HISTORIA DEL MICROSCOPIO Y LA GENERACION ESPONTÁNEA
Prof:Rafael Tobías Blanco Vilariño
Médico Microbiólogo Clínico.
Universidad de Carabobo- Valencia- Venezuela
Desde que el hombre como ser primitivamente consciente, habitó sobre la faz de este Globo azul, se vio atacado por infecciones como la lepra, tuberculosis, sífilis, paludismo y por exterminadoras pandemias como la peste bubónica y la de Influenza Española; pero para ese entonces se desconocía totalmente la existencia del mundo microbiano, por lo que esas primitivas culturas creían que las enfermedades eran producto de las inhalaciones de los olores putrefactos o miasmáticos provenientes de las charcas o lagunas, próximas a donde ellos construían sus viviendas, olores debidos a los gases que emanaban de esas aguas pantanosas como el propano, butano, putrescina, cadaverina etc, de allí la denominación de enfermedades miasmáticas; otras eran atribuidas a la posesión de malos espíritus, como las epilepsias, las locuras etc, lo que dio origen al exorcismo y a las trepanaciones craneales con el objeto de que el mal espíritu saliera por ese orificio. Estas primitivas creencias se mantuvieron durante gran parte de la Edad Media (año 475dc hasta 1453 dc) o edad del oscurantismo cultural; pero afortunadamente en toda sociedad siempre hay seres cultos e inteligentes, que son los que han llevado a la humanidad al evolucionismo cultural y científico, así vamos a encontrar en el S.XVII a un rico mercader de lencería en la ciudad de DELFT en Holanda llamado Antón von Leeuwenhock(1632-1723), quien en sus ratos libres se dedicaba a pulir lentes, logrando formar un lente convexo o lupa con un aumento de unas 200 veces de la imagen enfocada, creando así al primer Microscopio simple o lupa; lo cual le permitió ver en gotas de saliva, orina, estiércol y aguas putrefactas, la presencia de unos diminutos seres, algunos inmóviles y otros provistos de un gran movimiento, a los que él llamó ANIMACULOS, y hacia 1673 el envía informes de sus observaciones a la “Real Sociedad Científica de Londres”, parlanchines estos que aun creían en la “Teoría de la Generación Espontánea” por lo que no le dieron importancia y lo engavetaron por unos 85 años. Esta retardataria teoría “de la Generación Espontánea” creía y defendía el que la vida de los animáculos se producían espontáneamente como producto de la descomposición o putrefacción de la materia orgánica; así, los gusanos de las heridas eran producto de la putrefacción del tejido lesionado, la turbidez de las infusiones o caldos donde se veían esos animaculos, tenían la misma explicación. Luego aparecen los italianos Francisco Redy (1626-1679) y Lázzaro Spallanzani(1724-1799), el primero logra demostrar que al cubrir un trozo de carne con gasa, en esta no crecen los gusanos, ya que las larvas de las moscas se quedan sobre la gasa y el segundo tapando con algodón a un tubo contentivo de infusión o caldo ve que este no se torna turbio y hay ausencia de animáculos; posteriormente el físico inglés Tyndal descubre en 1877 el movimiento browniano de las partículas de polvo en el aire y demuestra que sobre estas partículas es que viajan los microbios o animáculos como contaminantes de las infusiones; todos estos estudios científicos merecedores de un Premio Nobel (pero para ese entonces tal premio no existía), son los que van a llevar al sabio Francés Louis Pasteur (1822-1895), ya provisto de un Microscopio compuesto, el destruir definitivamente la Teoría de la Generación Espontanea con su famoso balón con cuello de cisne y demostrar el que los animáculos vistos por Leeuvenhoeck, eran los condicionantes de la Enfermedad del vino y de la cerveza, crea el mecanismo de la Pasteurización y confirma el que estos animáculos ahora llamados microbios, son los responsables de las enfermedades del humano o biogénesis de las infecciones; dando así nacimiento a la Microbiología Clínica Pasteuriana. Fundamentado en estas experiencias de Louis Pasteur sobre el origen microbiano de las infecciones, Lord Joseph Lister(1827-1912) eminente cirujano inglés, convencido de que las altas y frecuentes infecciones de los actos quirúrgicos eran debidas a los microbios vehiculizados por el aire, ideó desinfectar el área operatoria con nebulizaciones de ácido fénico y el de sus instrumentos, logrando así reducir considerablemente las infecciones post-operatorias, dando así nacimiento a la desinfección y esterilización del material medico-quirúrgico; Pero debo rendir tributo al médico Húngaro: Ignaz Semmelweiz (1818-1865)inteligente médico obstetra que fue nombrado asistente de las salas de parto del Hospital General de Viena, en las cuales la mortalidad por “Envenenamiento de la sangre” hoy, “Fiebre puerperal” era tan alta, que las mujeres de la época preferían parir en sus casas o en la calle, antes de ser llevadas a dicha Institución; este inteligente galeno se da cuenta el que habían dos salas: una atendida por las matronas y otra por los estudiantes de medicina, y el que en la primera, eran pocos los casos de fiebre puerperal, mientras que en la segunda era muy frecuente y con alta mortalidad, lo que lo lleva a descubrir el que los estudiantes luego de salir de la sala de disección de cadáveres, no se lavaban las manos y procedían de inmediato a atender los partos; por lo que él impone el que se sometan a un estricto lavado de las manos antes de entrar a dicha sala de parto con una solución de Cloruro de cálcio, logrando con ello reducir la mortalidad de un 12.4% a un 1,2%. Entendamos el que para ese momento no se conocía aun la etiología microbiana de las infecciones; posteriormente los trabajos de Louis Pasteur (1822-1895) se supo que el microbio condicionante de la “Fiebre puerperal” era el Streptoccocus grupo B, y no lo que se había creído debido a un envenenamiento de la sangre de las parturientas. Motivo suficiente para reconocer a Ignaz Semmelweiz como el padre de la desinfección médico-quirúrgica en el campo obstetrico. ¡VOILÁ¡
Anton von Leuwenhoek
Pintura de la época: Semmelweis estimulando la higiene de manos en la Sala 1 del Hospital General de Viena.
Dr:Rafael Tobías Blanco Vilariño.
Médico Microbiólogo Clínico.
VALENCIA:12-2-2014